Está destinada a empresas cuyo sector de actividad sea o esté vinculado a los productos alimenticios. Los mercados consideran la certificación del sistema de gestión de la seguridad alimentaria como un requisito de calidad y seguridad para los consumidores, lo que la convierte en una puerta de acceso a varios mercados.
Su principal objetivo es reconocer el esfuerzo de las empresas en la seguridad alimentaria no solo para proteger a sus clientes, sino también para concienciarlos en torno a este tema.
Beneficios principales:
- Optimización de la gestión de los recursos y mejora de la eficiencia global de la cadena de producción.
- Aumento de la confianza de los clientes y consumidores en torno al producto o servicio, debido a la adopción de patrones de responsabilidad alimentaria elevados.
- Apertura de nuevos mercados y fidelización de clientes mediante la satisfacción de sus crecientes expectativas y preocupaciones.
- Garantía inequívoca y transparente de la calidad y seguridad de los productos y servicios.
Para responder a las necesidades de las diferentes empresas, existen actualmente tres certificaciones en este ámbito:
- La ISO 22000:2005, que es más flexible y, por eso, más fácil de aplicar; se adapta a BRC e IFS.
- La BRC Food, obligatoria para importadores en Reino Unido.
- El International Food Standard, que se requiere en mercados como Alemania, Francia e Italia.